Nosotros

Aquellos maravillosos años

Cada cierto tiempo nos toca #volverasalir. Esto es así de la misma forma que el sol se recoge cada tarde y emerge la bendita luna. Pero igual de cierto es, que ya no es como antaño cuando nos reuníamos todos los findes para quemar los garitos de moda de Madrid

Aquella generación que nacimos a finales de los setenta o principios de los ochenta, fuimos diferentes para todo. Superhéroes diurnos y villanos nocturnos.

Fuimos quienes más padecimos la imparable evolución tecnológica y el nacimiento de internet, pero también fuimos los últimos afortunados que tuvimos una infancia sin móviles ni WhatsApp y aquí seguimos, tan pichis

Eran los tiempos en los que quedabas mediante el busca con tus colegas, fumabas dentro de las discotecas y seguías los partidos de tu equipo a través de la radio o el teletexto. El balón Mikasa rodaba en aquellos añorados campos de tierra y el plastidecor de color carne era, y esperemos que así siga siendo, el más solicitado.

Barbie LATAM y Ken rompían cada noche para reconciliarse a los diez minutos y Sabrina o Marta Sánchez despertaban impulsos aletargados mientras la sociedad se acostaba cada noche con García.

Una época en la que la gente escuchaba música con un discman y no existían gigantes como Facebook o Instagram. No imaginabas influencer como palabro, pero sí que se hallaba la influencia en nosotros, porque nuestro boca a boca era descomunal. Erizaba medio #Madrid y al otro medio lo enamoraba desde la distancia.

Una época gloriosa donde ser relaciones públicas te convertía en capitán general del meollo. El boca oído y los flyers físicos eran la forma de enterarse de las sesiones y experiencias discotequeras.

Te despedías los viernes por la tarde de los profesores y, apenas dos horas más tarde, quedabas en la puerta de But para #volverasalir. La calle #Barceló se convirtió durante muchos años en el epicentro de aquellos que estudiaban en colegios privados de Madrid.

En plena época dorada de bakalas y heavies, los pijos tomamos la calle Barceló y la placita de Juan Bravo como nuestros puntos de encuentro más recurrentes. Pachá, But y Green fueron los locales de referencia. Otros como Bocaccio, OH!, Ku, Fun, Élite, La Pasión, Gabana, Archy, On, Empire, El Viso, también fueron sitios acariciados por todos nosotros durante aquellos años.

Pero, por encima de todas ellas, hubo una sesión que representó aquel espíritu de finales de los noventa: Premier. Una sesión donde cada uno de nosotros se volvía a calzar su traje de superhéroe para salvar la noche. Una sesión familiar que nos convirtió en eternos.

Tras muchos años de historia y de haber pasado por diferentes localizaciones (Macumba, Aire, Arena, BUT, El Invernadero de Las Ventas e Ifema) hoy en día Premier se ha convertido en un sentimiento, en amada nostalgia para todos aquellos míticos que vivimos la época de las Timberlands y las camisas de rayas Ralph Lauren.

¿Preparados? Nos toca #volverasalir…